lunes, 28 de mayo de 2007

EL REGRESO


Cap. XXIV ¿NOS QUEDAMOS?


Sobre las ocho de la noche Alba y Medín estaban de regreso; enlazados sus brazos por la cintura ajena entraron en la Masía radiantes de Felicidad; el Doctor sintió una profunda satisfacción…sus expectativas se habían cumplido; desde las ocho hasta la una de la madrugada, los siete, fundamentalmente Medín, no dejaron de hablar.

- “ Ha sido una experiencia única…De pronto, cuando ví a Alba recordé quién era ella, quién era yo, todo el amor que le tengo…fué como si ayer hubiese sido el último día que la ví….hemos hablado de todo y nuestro amor permanece intacto…!incluso hemos hecho planes de futuro!”

- Pensáis casaros? Preguntó su Padre

- Bueno…eso además.

- No te entiendo, hijo.

- Mira, papá, le he explicado a Alba lo feliz que me encuentro en la Masía, para mí Plácida y Mateo son como otros padres y al reencontrarme con ella he descubierto que tengo todo lo que necesito para ser feliz y hacerla feliz a ella; aquí he sentido ese sosiego…esa paz interior que tan difícil es encontrar…

- Pero, ¿Y ella? ¿Qué piensa ella?

- Miren…quizás sea precipitado ya que los impactos han sido demasiados y demasiado fuertes, pero para mí estas horas que hemos estado juntos de nuevo me han parecido eternas “es curiosa la percepción del tiempo…yo siento como que Medín y yo nunca hemos estado separados y después del encuentro estamos más juntos que nunca…no sólo me ha contado lo feliz que es aquí sino que me lo ha hecho sentir…y hemos pensado estudiar la posibilidad que…si Plácida y Mateo quisieran quedarnos a vivir aquí.

- ¡Eso es un disparate!, dijo D. Medín

- Tranquilo D. Medín,intervino el Doctor, dejemos que los acontecimientos y el tiempo sean quienes decidan; a veces el Ser Humano vaga por la vida tratando de encontrar algo tan dificil como la felicidad y yo pienso que la felicidad más que buscarla fuera la hemos de encontrar dentro…ellos llevan camino de haber descubierto lo que tantos quisieramos encontrar….!Esperemos!

Mateo y Plácida estaban encantados con la posibilidad.

- Papás, ni vosotros ni los padres de Alba nos perderíais, al contrario, podríais venir a quedaros siempre que quisiérais y pudiérais y todas las semanas os llamaríamos por teléfono…de cualquier manera la decisión aun no es firme.

Así quedó la cosa; lo que sí propuso el Doctor es que, una vez enterados los padres de Alba, era el momento de hacer público el encuentro de Medín…!Eso sí! Durante un tiempo no debería aparecer por Castellón y no se daría ninguna pista de su paradero.

- Como ustedes saben; dijo dirigiéndose a Mateo, D. Medín y su hijo, yo me comprometí con el Teniente Soto a mantenerle puntualmente informado de la evolución y creo que ya ha arriesgado bastante con su silencio y con la asunción de la total responsabilidad del caso...el Lunes a primera hora, si a ustedes les parece bien, le comentaría las últimas novedades y el Martes el Teniente lo podría comunicar oficialmente a su General para hacer oficial el descubrimiento de Medín.

- Pienso que es lo mejor, dijo Medín.

- Todos asintieron y a la espera de los acontecimientos,tanto los padres de Medín, Alba y el Doctor, partieron hacia sus lugares de origen.

lunes, 21 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap. XXIII EL DESCORCHE


El Doctor Guillén sabía que en casos similares hacía falta un shock, una emoción fuerte, en este caso positiva, que abriera el "corcho" que impedía que los recuerdos del pasado irrumpieran como cuando a una botella con líquido carbónico se le extrae el tapón y !Ffflllloooooooop!

Alba era , según él, el detonante que podía conseguir que esos recuerdos que dormitaban en el subconsciente de Medín salieran "como la espuma", es decir, afloraran al plano consciente súbitamente.

Una vez en Castellón, D.Medín y Carmen fueron a visitar a Alba y sus padres; D. Medín, un gran estratega, había pensado que lo mejor era plantear a los tres, Alba incluida, lo del viaje de fin de semana a Fredes...ya tendrían tiempo durante el viaje de contarle toda la verdad a Alba.

!Ningún problema! tanto sus padres como Alba engulleron la "mentira piadosa" con una naturalidad asombrosa y el Sábado a las siete de la mañana emprendieron el viaje a Fredes (!Que casualidad! Cómo la vida, a veces, hace que una situación casual; la excursión de Medín, se repita causalmente....el destino inicial era Fredes, como Medín tenía previsto; el Final otro bien diferente pero idéntico).

Durante el Viaje D. Medín fué poco a poco explicándole a Alba toda la historia mientras Carmen escuchaba en silencio; Alba no daba crédito a lo que estaba ocurriendo...el impacto era tan brutal que no estaba preparada para reaccionar...!Cómo es posible! ( se preguntaba) mientras entraba en un estado de eufória rayano en la histeria...

A mitad camino pararon en un Bar de Carretera a tomar algo y según el plan de D. Medín " a hacer tiempo para que Alba fuera asimilando".

El cerebro de Alba no podía asumir tanto en tan poco tiempo, su estado se parecia a la catatonia...y aún faltaba lo más fuerte...

Cuando llegaron a la Masía, el Doctor Guillén estaba esperando, pretendía que Medín y Alba, después de los saludos protocolarios, se perdieran y pudieran pasar juntos todo el tiempo que fuera necesario.

Al llegar a la Masía Medín se abalanzó sobre el coche y se abrazó a Alba...!Amor mío! !Mi Amor! !Cuanto te quiero!...

Conforme a lo previsto los dos se ausentaron por el monte y ellos se quedaron esperando.

La ausencia duró alrededor de nueve horas; tiempo suficiente para que Medín sintiera el amor que seguía teniendo por Alba, pudieran recuperar el tiempo perdido y bajo un Olmo, a la orilla del rio hicieran el amor.

jueves, 17 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap. XXII MAS CERCA DEL FINAL


D. Medín no podía dejar por más tiempo desatendido su Despacho, además su larga ausencia de Castellón podría levantar sospechas, por lo que decidieron regresar el mismo Domingo por la tarde, quedaron con Mateo y Medín que como máximo, cada dos días les llamaran por teléfono y , por supuesto el Sábado sobre las doce volverían a la Masía.

El Jueves por la tarde, allá a las diez, apareció el Doctor en su coche; el día anterior había tenido Guardia y tenía el día libre; Medín estaba limpiando las corralizas cuando oyó el ladrido de los perros y al poco el ruido de un coche, al salir del establo reconoció al Doctor.

- Buen día, Medín.

- Buen día Doctor, !Qué sorpresa!....¿Se queda a comer?

- Si no es molestia me encantaría.

- Un momento que avise a Plácida y nos vamos a dar un paseo.


- Cómo ha ido, Medín? Alguna novedad?

- Creo que sí, pero me cuesta engarzar los pensamientos...los sentimientos....los sueños....es como si tuviera la comida sobre la mesa y no supiera si empezar por el postre o si beber el vino después del café, o si comerme la sopa con el tenedor....

- Es perfectamente nomal, sólo falta poner en orden tus inconexos recuerdos.

- No sé! Igual estoy eufórico que apesadumbrado.

- ¿Hablamos de Alba?

- Es el sentimiento más fuerte que tengo, sé que es mi novia, sé que la quiero, incluso voy recordandola poco a poco....pero no tengo esa idea clara de saber quién es, cómo la conocí...es como el corcho de esa botella de vino que está a punto de salir con el descorche...!Qué ganas tengo de que salga!

- Saldrá, no te apures que entre los dos lo haremos salir.

- Ojalá, Doctor, Ojalá.

- Recuerdas si has conocido a más chicas?

- Sólo tengo claro que Alba es a la única mujer que he amado....y que amo.

- Cómo os conocistéis?

- En una fiesta de cumpleaños de un amigo,yo la la conocía...y me gustaba, pero ésa tarde al bailar con ella y percibir su olor, al abrazar su cintura...!Pero qué estoy diciendo!

- Simplemente el tapón de la botella está a punto de salir, sólo hay que dejar que lo haga...

Así estuvieron hablando más de dos horas; la recuperación de Medín estaba siendo espectacular, hasta el punto que el Doctor le sugirió que ésa tarde llamaran a sus Padres y que después de , con toda la cautela y tacto posible, comentarle lo sucedido a Alba, la trajeran a pasar el fin de semana con ellos...vamos! con él!

A Medín le pareció una idea excelente, aunque había que valorar si había que hacer sabedores a sus padres o inventar una argucia para, sin decirles la verdad, fuera lo suficientemente coherente para no levantar sospechas.

- Es tan simple como que después de hablar a solas con ella, tus padres les digan a los suyos que se van los tres a Fredes a ver si descubren alguna pista que les pueda llevar a resolver el enigma.

Así lo hicieron, a D. Medín el planteamiento le pareció muy adecuado....El Sábado por la mañana estarían los tres en la Masía.

miércoles, 16 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap. XXI EL DOCTOR GUILLEN


El doctor, a sus 49 años, era ,por desgracia, un hombre libre; hacía cinco años que enviudó y decidió pedir el traslado de Madrid a Cuenca buscando la tranquilidad y el alejarse de todo lo que pudiera recordarle a su mujer, era todo un lujo que el Departamento de Psiquiatría de Cuenca tuviera a un médico de su talla ; en Madrid , profesionalmente, su función fundamental era la investigación aunque, por supuesto, atendía enfermos como cualquier otro médico del equipo del Doctor Vallejo-Nágera; padre del eminente Psiquiatra D. Juan Antonio.

Como no tenía que dar cuenta a nadie de sus movimientos, su vida social era escasa, había quedado con Mateo que el Sábado sobre las diez de la mañana estaría en el entrador de la senda que llevaba a la Masía; así lo hizo y cómo un clavo, puntualmente estaba en el sitio acordado.

Una vez en la Masía comentó que su trabajo era conversar con Medín el mayor tiempo posible, por otra parte, el paraje invitaba a la conversación relajada.

Si entrar en la casa partió con Medín a dar un largo paseo.

- Mira, Medín, he observado que eres inteligente, característica que nos ayudará mucho ; voy a explicarte qué pretendo hacer y como lo entenderás perfectamente, en un mes, máximo dos, creo que habremos conseguido que tu memoria haya recuperado esos recuerdos que se resisten a aflorar.

-Como usted diga, Doctor, por mi parte tendrá toda la colaboración ya que yo soy el primero que quiere saber quién es realmente.

- Bien...bien...Escucha Medín; tú a raiz de un traumatismo craneoencefálico has sufrido lo que en Psiquiatria llamamos una "amnesia total transitoria", en estos casos, más impactantes que graves, el subconsciente necesita su tiempo para trasladar situaciones vividas al consciente; en principio es un problema de origen orgánico ya que del mismo traumatismo derivan lesiones que hacen que los neurotransnmisores cerebrales no funcionen o lo hagan con mucha dificultad; una vez superada esa fase, que es en la que te encuentras ahora, por vía natural y muy poco a poco tu pasado irá apareciendo en tu consciencia, pero con unas pocas y adecuadas conversaciones el proceso se puede acelerar sobremanera...¿Entiendes?

- Perfectamente, Doctor.

- Por otra parte no se considera conveniente que entremos en un proceso de comentar los avances que vayamos consiguiendo, no seria lo más adecuado; nuestras conversaciones tratan de acelerar el proceso ¿no? pues procura que no haya ninguna interferencia que lo frene....!Has de confiar en mí!

- De acuerdo, Doctor.

- Nuestro objetivo es abrir puertas y ventanas para que poco a poco consigamos de la forma más natural posible que, como empujados por la brisa, tus recuerdos entren desde fuera; tu subconsciente, hasta dentro de la casa; tu consciente; se trata de no forzar...de que dejemos que la naturaleza humana haga su trabajo.

- No se esfuerce, Doctor, a parte de que le entiendo perfectamente estoy completamente de acuerdo con lo que me ha comentado...siento una profunda felicidad en mi interior, algo me está diciendo que pronto llegaremos a meta.

- Me alegra que me digas eso, Medín, creo que vamos a progresar más rápido de lo que en un principio creía...Mira, yo soy viudo...

- ...Lo siento, Doctor.

- Son cosas que pasan...¿Por qué te lo decía?....!Ah, sí!...vivo sólo en un piso de Cuenca y no hago apenas vida social, me centro en mi trabajo y mi tiempo libre lo dedico a oir música, Opera sobre todo, y a leer, estudiar y pensar....de vez en cuando voy al Casino a tomar algo con algunos amigos...o me voy a caminar por los alrededores de Cuenca...o me voy con el coche a conocer pueblos de la provincia... el otro día estuve en Tragacete...

-!Tragacete! Me suena mucho ése nombre...pero no sé porque...

- ¿Te suena de veras? ¿Y no sabes porque? puede que ahí tengamos el punto de inicio, Medín...!Ah! te comentaba todo esto porque no he de dar cuenta a nadie de mis movimientos y por eso puedo acercarme a la Masía en cuanto tenga una tarde libre...y los fines de semana.

Tragacete....Tragacete...se repetía el Doctor.

- Doctor, volvamos a la Masía, nos estaran esperando para comer.

- !Sí! !Sí! !Vamos!

domingo, 13 de mayo de 2007

EL REGRESO

EL TENIENTE SOTO


!Dicho y hecho! en media hora estaban los tres de camino a Cuenca; durante el viaje fueron urdiendo el plan de exposición del asunto; Mateo estaba especialmente nervioso...La Guardia Civil le incomodaba, sus experiencias con ellos, sobre todo las de sus suegros, habían sido penosas, él pensaba desde sus escasos conocimientos que "demasiado poder para tan poca cultura".

- Demasiado poder para tan poca cultura, D. Medín, tienen esos Guardias Civiles.

- Cierto, Mateo, pero eso está cambiando, antes si que cometían abusos y tropelias al amparo de su estatus...o poder, como le llamas tú, que a fin de cuentas es lo mismo, pero poco a poco aún siguiendo con sus abusos ya no comenten tantas tropelías.

Alrededor de la hora de viaje pararon a tomar un carajillo a un Bar de carretera que estaba a escasos 20 kilómetros de Cuenca y que era de los pocos donde había un poste de gasolina para repostar.

- "Así descansará también el coche"; dijo D. Medín.

- !Ya estamos en Cuenca!, dijo Mateo.

La Comandancia de la Guardia Civil estaba entrando a la ciudad a mano derecha, por lo que era muy cómodo llegar hasta ella.

D. Medín aparcó el 850 en la misma puerta; dos números de la Guardia Civil flanqueaban la entrada; D. Medín comentó a su hijo y a Mateo; sobre todo a Mateo, que estuvieran tranquilos y que dejaran que fuera él quien condujera el plan.

- !Buenos día!

- Buenos días....!Que desean!

- Queriamos hablar con el Comandante de Puesto.

- El Teniente Soto....¿De qué se trata?

- Es un tema personal.

- A ver...dénme sus carnets de identidad y veré que puedo hacer.

Mateo y D. Medín lo tenían preparado pero Luis no tenía documentación alguna.

- Ahí tiene...falta el de mi hijo que lo ha extraviado.

- Entonces no pueden pasar.

- Mire, de éso queríamos hablar con el Teniente..

- Hmmm...Bien; esperen un momento.

A Mateo le temblaba hasta la nariz.

- Ve, D. Medín como son unos abusones...

- Tranquilo, Mateo, esperemos que haya suerte.

A los diez minutos regresó el número y les dijo...

- Pasen, pero que conste que yo no les hubiera dejado entrar, tienen suerte que el Teniente Soto es algo "blandengue"...

Les acompañó con semblante ceñudo hasta la puerta de su Despacho, abrió la puerta y dijo "Mi Teniente, aquí estan estos"

- Hágales pasar.

Un Mateo nervioso y temblando como un cascabel, un Luis expectante y un D. Medín sereno y frio accedieron al Despacho del Teniente.

- !Buenos días! tengan la amabilidad de sentarse y....ustedes dirán.

Mateo no daba crédito! este no parece Guardia Civil; pensó.

- Mire, mi Teniente, el asunto que venimos a comentarle es complejo y delicado, le rogaria, si tiene a bien, que nos pudiera dedicar su atención durante al menos una hora.

- ¿Tan grave es?

- No, mi teniente, si me permite la matización, es complejo y delicado.

- Bien, bien....!Ustedes dirán!

D. Medín, que tenía perfectamente estructurado qué y cómo tenía que plantear la situación y dados sus conocimientos jurídicos y su cultura comenzó a exponer el caso.

...................................

....por eso hemos decidido presentarnos al "Puesto" más próximo para denunciar el caso.

- !Me habían preocupado! Imaginaba que era algo más grave y como usted ha dicho bien, es complejo y delicado.

Un tenso silencio se apoderó de la reunión; el Teniente Soto cavilaba mientras daba una calaba a su faria...exhaló el humo y con aplomo y serenidad dijo..."Vamos a ver; en primer lugar decirles que han procedido de la mejor manera posible, luego....luego.... !Déjenme pensar!...Yo tengo que dar parte a mis superiores, lo que no implica que el hallazgo salga a la luz pública; soy consciente de la situación...!A ver! !A ver!... pienso que hasta que su hijo no esté preparado no debe volver a Castellón....!Un momento, por favor!

- Descolgó el teléfono....marcó un número...y cuando el interlocutor respondió dijo "Soy el Teniente Soto, me pone con el Doctor Guillén"....!Antonio! Soy el Teniente Soto, oye puedes acercarte un momento a la Comandancia, necesito hablar contigo de un tema muy delicado...!Vale, te espero en veinte minutos!

- Bueno, creo que pueden comenzar a estar tranquilos, mientras llega el Doctor les cuento lo que vamos a hacer; en principio olvidense de lo del secuestro...no tiene razón de ser, el Doctor Guillén es un gran médico y una gran persona que hace cinco años vino al mando del Departamento de "Siquiatria" del Hospital...yo no entiendo nada de eso de la "Siquiatria" pero dice él, que es una medicina que a parte de tratar a los locos, alivia mucho los problemas de los que sin estar locos están enfermos de la cabeza...yo no creo demasiado en esas cosas pero eso de la "Anepsia" se lo he oido comentar alguna vez; creo que es la persona indicada para echarnos una mano.

A medida que charlaba durante la espera a Mateo se le había quitado súbitamente el cascabeleo y tanto Luis como D. Medín pensaban que las cosas estaban saliendo muchísimo mejor a cómo se imaginaban.

- Lo más importante es la discreción, dijo el Teniente Soto.

- Eso es lo que queremos, mi Teniente.

Al punto se abrió la puerta y el número anunció la visita del Doctor Guillén

- Antonio, que alegria verte de nuevo!

- Igualmente; Soto...pero cuéntame en que te puedo ayudar.

El Teniente, apropiándose el título de "portavoz del relato" ( por eso era la autoridad y a partir de entonces el devenir de los acontecimientos había cambiado de mano) le explicó con absoluta precisión y sensibilidad la historia.

- ...y yo creo que tú puedes hacer un gran servicio a la Patria, Antonio.

- Estoy totalmente de acuerdo contigo, Soto, y sin afán de vanidad creo que puedo ser útil...además podré dedicarme a un aspecto de la Psiquiatría que me apasiona y que se aparta de lo que socialmente se nos considera....!Cuidadores de majaras!

El Teniente Soto volvió a descolgar el auricular y después de marcar y esperar dijo " Soy el Comandante del Puesto de Cuenca, podría hablar con el General Mendilibar" "Espere un momento...voy a preguntarle si se puede poner"; tapando el auricular el Teniente Soto dijo en voz baja "todo depende de él".

-!A sus ordenes, mi General! disculpe que le moleste pero creo que la llamada es de la máxima importancia!

El Teniente volvió a explicar la historia.

- !Si, mi General!

- Ya sé que sería importantísimo para el Cuerpo adjudicarnos la resolución de un "caso cerrado" pero con el debido respeto le pido que considere la situación....será cuestión de dos meses y si desde la Comandancia lo sabemos llevar cuando lo hagamos saber el caso estará resuelto hasta el final.

- !Sí, mi General! !A sus órdenes, mi General! !Esperaré su llamada, mi General!

Al tiempo que el Teniente colgaba el teléfono, suspiró.

- Habrá que esperar quince minutos...el General quiere hacer una consulta al Ministerio y me llamará para comunicarme la resolución.

Mateo volvió a cascabelear, Luis tenía sudores fríos y D. Medín, disimulando, aparentaba serenidad cuando su preocupación iba en aumento.

!RRRRRRIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGG!

- Mi Teniento le paso con el General Mendilibar!

- !A sus órdenes mi General!

- !Sí!

- Descuide, mi General!

- Por supuesto que sí, asumo toda la responsabilidad!

- ! A sus órdenes , mi General!

- !Tema resuelto!, dijo el Teniente Soto.

Un rebufo mezcla de desahogo y alegria contenida, como si se tratara de un juicio donde absuelven al acusado, se apoderó de los tres.

- Cómo habrán escuchado, yo asumo toda la responsabilidad del caso, por tanto y a partir de ahora voy a estar al mando; lo más importante es que nadie se entere de nada, a usted, Luis...

- Disculpe....! Medín!, dijo su padre.

-...Vale, Medín...le firmaré un visado especial para que pueda circular libremente, el Doctor Guillén les indicará que hay que hacer para recuperar la "anepsia" del joven y cada semana, siendo que no tienen que levantar sospechas acudiendo al pueblo a llamarme por teléfono, deberá personarse o Medín o su Padre a informarme de como va la cosa, por supuesto internamente y con la discreción que nos caracteriza, el caso se va a dar por resuelto en unas horas...por cierto,Antonio, crees que dos meses es tiempo suficiente para que el muchacho se cure de la "anepsia"?

- En circunstancias normales sí, pero hay que trabajar con él, lo más urgente es tener una larga y distendida conversación con él.

- Pero...¿Dónde? no hay que levantar ninguna sospecha.

- En la Masía!, dijo Mateo.

- Bueno, eso ya es cosa vuestra, poneos de acuerdo y sobre todo !Mantenedeme informado!

Mateo, Medín (!De nuevo Medín!) y su Padre salieron de la Comandancia con el visado, eufóricos y con cita para que el Doctor Guillén acudiera el próximo Sábado a la Masía.

Sin comer, emprendieron el camino de regreso....

!El caso estaba en vias de solución!

martes, 8 de mayo de 2007

EL REGRESO

ALBA


Los sueños son un recurso de la mente humana para liberar nuestras preocupaciones racionales y hacer que afloren recuerdos y vivencias, el problema es que , por una parte, apenas somos capaces de recordar un 5% de ellos y por otra, que cuando los recordamos no sabemos interpretar el "mensaje en clave" que nos trasmiten; muy pocas veces los sueños nos aportan un recuerdo nítido y claro.

Esa noche Luis había tenido un sueño de los nítidos y claros, había soñado que estaba en la orilla de la Playa con su novia, una chica que no recordaba, en un atardecer de Septiembre; él le decía a ella que aunque no la recordaba la seguía queriendo y ella le decía a él que aunque hubiera desaparecido seguiría esperándole...era el único pasaje del sueño que recordó cuando se despertó.

A medida que se lavaba las manos y la cara en un barreño de agua iba aflorando a su consciente que efectivamente sí que tenía novia y , es más, sentía que aún la quería...!Menudo rompecabezas!, seguía queriendo a su novia sin saber quién era...

Plácida había preparado el desayuno y en torno a la mesa se sentaron los cinco...

- Mamá, yo tenía novia?

- Claro, hijo mío, no te acuerdas?

- Vagamente, mamá, he tenido un sueño en el que aparecía ella, pero no recuerdo quién es...

- Poco a Poco, Medín, poco a poco. Respondió su Padre.

-Otra cosa, Papá, lo que sí recuerdo es que eras funcionario o algo así...no sabía que tenías un Despacho....

- Es cierto, hijo, y me alegra que vayas recuperando la memoria...Yo era funcionario del Ayuntamiento de Castellón, llevaba con otro abogado el Departamento de Asesoría Jurídica...meses antes de tu excursión nos planteamos la posibilidad de abrir Despacho, cuando desapareciste y para huir de la pesadilla, decidimos probar y lo dimos de alta, sólo por las tardes, luego se juntó el que iba muy bien con el que yo necesitaba no estar sometido a un horario rígido, me pedí la excedencia por tres años y me dediqué todo el día al Despacho....la cosa funciona ¿sabes?, la verdad es que llevamos más asuntos de asesoría y tramitación que de litigios.

- De veras me alegro, Papá.

-!!!!!!!Alba!!!!!!!!! !Alba! así se llamaba mi novia.

- Se llama, Medín, se llama.

- De pronto lo he recordado......!esperad!

Luis se fué a su habitación donde guardaba la foto en que aparecían los dos.

- !Mira!; se la enseñó a su Madre...

Carmen no pudo evitar que una lágrima se deslizara por su mejilla.

- Ella aún te quiere....y te espera.

- Y yo también la quiero, Mamá, pero estoy muy confuso.

D. Medín había urdido un plan que expuso al resto.

- A ver...he estado pensando y me gustaría saber si os parece adecuado; Medín tiene que continuar recuperando su identidad, a tí, Mateo no pueden, bajo ningún concepto, acusarte de secuestro; se me ocurre que podíamos ir tú, Medín y yo a la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, intentar hablar con el Comandante y exponerle el caso, yo abogaría en tu defensa, Mateo, por lo que al no presentar denuncia y estar de tu parte lo más probable es que no hubiera ni acusación....lo que no termino de tener claro es que pasaría a partir de ése momento, probablemente y como es lógico el Comandante querría apuntarse el tanto de la resolución de un caso cerrado y el revuelo que se armaría no creo que beneficiara a Medín...yo creo qu él necesita un tiempo para estar aislado, incluso con ayuda psicológica, para acelerar su recuperación....¿Qué os parece?

- Muy coherente, Papá...por mí adelante.

- Y a usted, Mateo?

- Yo me he "quedao" "pasmao"...¿Cómo se puede saber tanto?, por mí p'alante, D. Medín, lo que usted diga.

- Yo pienso que cuanto antes, mejor.

- A mí me parece una buena idea; dijo Carmen.

-Pues no hay más que hablar....!Vámonos a Cuenca!

- !Alba se llama!...ahora voy recordando; dijo Medín.

lunes, 7 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap. XVIII !POR FIN!



Después de los emocionados abrazos entre Luis, todavía Luis, y su Padres en los que no los acababa de identificar pero sentía indudablemente que eran sus Padres y así les reconocía, pasaron al interior de la Masía; Plácida había matado un lechal, como en los días de celebración, había preparado un buen mortero de ajoaceite y una garrafa de cristal envuelta en mimbre con un vinillo de la cosecha de unos amigos que lo producían en otra Masía más abajo que la suya.

Comenzaron a comer tarde, porque había más ganas de hablar que de comer.

Carmen, con esa intuición especial que suelen poseer la mujeres, percibió de inmediato que su hijo estaba feliz y que Plácida y Mateo le habían tratado como a un hijo...había cosas que no acababa de entender, pero tiempo habría para las aclaraciones.

Durante la comida continuaron hablando largo y tendido, Carmen no dejaba de acariciar y besar a su hijo y estaba feliz; había recuperado a su hijo en unas condiciones que ni en el mejor de los casos había imaginado.

Cómo era Sábado y el Domingo no trabajaban, los Padres del todavía Luis, aceptaron el ofrecimiento de quedarse a dormir en la Masía.

El Domingo por la mañana a D. Medín se le ocurrió una idea...

- Mateo, ¿Podemos bajar al pueblo a hacer una llamada de teléfono?

- Por supuesto, D. Medin.

- Es que llamaría a mi compañero de Despacho ( no sé si había comentado que D.Medín y un buen amigo tenían un Despacho de abogados donde se ganaban bastante bien la vida) y le diré que en unos días no regresaré, así nos podremos quedar unos días para concretar cómo debemos proceder.

Hasta ése momento se habían aclarado muchísimas cosas del suceso, pero se habían planteado otras que había que solucionar; ¿Cómo hacer que Luis recobre su identidad para reincorporarse a su vida? ¿ Cómo evitar que a Mateo le detuvieran por secuestro?

- Necesitamos unos días, Mateo.

- Cierto, D. Medín.

Luis, aunque no del todo racionalmente, se sentía profundamente dichoso de volver a estar con sus Padres y su Madre, Carmen, no podía evitar llorar de vez en cuando.

!Todo parecía un sueño!