viernes, 4 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap.XVI LA LLAMADA


De buena mañana Mateo y Luis se dirigieron al pueblo; Luis había estado apartado de la civilización durante dos largos años por lo que el viaje suponía para él un redescubrimiento del mundo que , aunque habitaba en su subconsciente, casi había olvidado como era.

Al llegar al pueblo se dirigieron directamente a la centralita de teléfonos.

- Buen día,Matilde

-Buen día, Mateo, ¿Qué te trae por aquí?

-Pues nada, que vengo con mi sobrino que quiere llamar a su familia; viven en Castellón, pero no recuerda bien el número de teléfono...tienes alguna lista de Castellón?

- Pues sí, Mateo, tengo las listas de las capitales más próximas a Cuenca; déjame que la busque y te la doy enseguida.

Mateo y Luis tenían que, si había suerte y localizaban el número de teléfono, eludir un obstáculo tan elemental como peligroso; en aquélla época las telefonistas se las ingeniaban para una vez te ponían la conferencia, escuchar las conversaciones.

- Ahí tienes , Mateo.

Con azoramiento Luis buscó en la C ....Carpio Rodriguez, Medín. !Este ha de ser!, exclamó nervioso Luis.

- Aquí tienes el número, Matilde, mira si nos puedes poner...

-Enseguida os aviso.

- Ah! y no escuches la conversación que mi sobrino hace dos meses que no ve a la novia y !ya sabes! no se besaran porque no se puede por teléfono.

- Descuida, Mateo, te prometo que no escucharé; además y para que estéis más tranquilos he de irme a la Tienda a hacer la compra.

- Mateo,!Ya!

Mateo sacó el papel y se dijo !Que sea lo que Dios quiera!

- Sí, Digame.

- Es la casa de Don Medín Carpio?

- Sí, sí...soy yo mismo, dígame.

- Mire D. Medin, no se altere pero estoy con su hijo...

- Mire, no sé quien es usted ni de donde llama pero no estamos para bromas de mal gusto.

- Escucheme atentamente D.Medín y no me conteste hasta que acabe de hablar.

-Dígame...(respondó D. Medín entre incrédulo y esperanzado).

- Mire, su hijo está aquí conmigo, le encontré hace dos años, estaba medio muerto, se había caido por unos riscos, le llevé a nuestra Masia, estuvo una semana "incosciente" y cuando despertó tenía "apnesia"; créame, le estoy diciendo la verdad; últimamente ya va recordando algunas cosas "inconesas" pero todavía no sabe ni quien es ni podría reconocerles, lo que le digo lo leo de un papel que me ha escrito con letras grandes su propio hijo, dice que no digan nada a nadie y que se vengan a la Masía...allí se podrán abrazar y miraremos qué hacer.

D. Medín comenzó a sollozar histéricamente.

- !No puede ser! !No puede ser!

- Tranquilicese, D. Medín, ahora le paso a su hijo.

-Papá...

- !Hijo mio! !Estás vivo! !Sabía que estarias vivo!..........!Donde estás!

- Perdona papá, pero no consigo recordaros,ahora te paso a D.Mateo y os dirá como venir.

- !Dios mío! !Dios mio! !Esto es un milagro!

Mateo le explicó a D.Medín donde estaba su Masía y cómo llegar hasta allí, D. Medín tomó nota y les dijo que en cinco horas estarian allí.

Carmen, la Madre de Medín había salido a la compra; !Menos mal! pensó D. Medín; Carmen no lo hubiera podido soportar.

Una vez colgados los auriculares D.Medín se desplomó en el sillón orejero y comenzó a llorar desconsoladamente, al tiempo que no dejaba de repetir !Hijo mio! !Hijo mío!.

Pasados diez minutos oyó cómo la llave abría la puerta...era Carmen,su mujer.

!Menuda sorpresa le esperaba!

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