lunes, 21 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap. XXIII EL DESCORCHE


El Doctor Guillén sabía que en casos similares hacía falta un shock, una emoción fuerte, en este caso positiva, que abriera el "corcho" que impedía que los recuerdos del pasado irrumpieran como cuando a una botella con líquido carbónico se le extrae el tapón y !Ffflllloooooooop!

Alba era , según él, el detonante que podía conseguir que esos recuerdos que dormitaban en el subconsciente de Medín salieran "como la espuma", es decir, afloraran al plano consciente súbitamente.

Una vez en Castellón, D.Medín y Carmen fueron a visitar a Alba y sus padres; D. Medín, un gran estratega, había pensado que lo mejor era plantear a los tres, Alba incluida, lo del viaje de fin de semana a Fredes...ya tendrían tiempo durante el viaje de contarle toda la verdad a Alba.

!Ningún problema! tanto sus padres como Alba engulleron la "mentira piadosa" con una naturalidad asombrosa y el Sábado a las siete de la mañana emprendieron el viaje a Fredes (!Que casualidad! Cómo la vida, a veces, hace que una situación casual; la excursión de Medín, se repita causalmente....el destino inicial era Fredes, como Medín tenía previsto; el Final otro bien diferente pero idéntico).

Durante el Viaje D. Medín fué poco a poco explicándole a Alba toda la historia mientras Carmen escuchaba en silencio; Alba no daba crédito a lo que estaba ocurriendo...el impacto era tan brutal que no estaba preparada para reaccionar...!Cómo es posible! ( se preguntaba) mientras entraba en un estado de eufória rayano en la histeria...

A mitad camino pararon en un Bar de Carretera a tomar algo y según el plan de D. Medín " a hacer tiempo para que Alba fuera asimilando".

El cerebro de Alba no podía asumir tanto en tan poco tiempo, su estado se parecia a la catatonia...y aún faltaba lo más fuerte...

Cuando llegaron a la Masía, el Doctor Guillén estaba esperando, pretendía que Medín y Alba, después de los saludos protocolarios, se perdieran y pudieran pasar juntos todo el tiempo que fuera necesario.

Al llegar a la Masía Medín se abalanzó sobre el coche y se abrazó a Alba...!Amor mío! !Mi Amor! !Cuanto te quiero!...

Conforme a lo previsto los dos se ausentaron por el monte y ellos se quedaron esperando.

La ausencia duró alrededor de nueve horas; tiempo suficiente para que Medín sintiera el amor que seguía teniendo por Alba, pudieran recuperar el tiempo perdido y bajo un Olmo, a la orilla del rio hicieran el amor.

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