miércoles, 2 de mayo de 2007

EL REGRESO

Cap.XIII RECORDANDO



Luis no se había atrevido a urdir en el Seiscientos de su Padre desde que despertó en la Masía; ésa mañana un impulso le llevó a quitar la balas de paja que lo tapaban y observar con detenimiento el coche; se subió al asiento del conductor, cerró los ojos y se sumió en un estado de semisueño durante unos diez minutos, posteriormente comenzó a sacar papeles guardados en la guantera...en un cartoncito pequeño había un nombre, una dirección y un pueblo...Tragacete...por un instante y de forma vaga creyó recordar que ese nombre era el de algun amigo suyo, nada más; también apareció la foto de él ( que si que se reconoció) y una chica...su rostro le resultaba familiar..."Es como si la conociera de siempre y no se de qué", pensó.

Se recostó en el asiento y volvió a sumirse en un débil letargo....

Su cerebro comenzó a poner en orden los vagos recuerdos...todavía faltaba mucho para completar el puzzle y más para poner nombre y apellidos a cada pieza; lo que sí que estaba claro es que su mente estaba preparada para comenzar a recuperar su pasado.

En la comida comentó lo sucedido a Mateo y a Plácida, también les dijo que una fuerza interior que no sabía cómo ni por qué había aparecido le invitaba a tratar de descubrir quién era, cosa que no le había sucedido hasta hoy y les propuso un plan " creo que mi mente quiere que comience a reconstruir mi pasado, saber quién soy, de donde vengo, quienes son mis padres, mis amigos, si tengo hermanos...cómo llegué hasta aquí; si les parece durante una temporada me dejaré llevar por "esa fuerza" e intentaré averiguar mi pasado, si no lo logro pensaremos qué hacer y si lo descubro planificaremos la mejor forma de aceptarlo y ver cómo "nos entregamos".

Al despertar a la mañana siguiente lo hizo con una desazón producto de un sueño que había tenido y no lograba reconstruir, sólo recordaba que una voz de mujer le decía desde la más profunda de las penas, "Vuelve"; pensó que podía ser su Madre, de hecho no tenía ninguna duda, pero no lograba "rescatar" ninguna imagen.

La vida de Luis en la Masía habia cambiado en la forma, que no en el fondo; seguía con sus labores cotidianas, Mateo y Plácida eran como unos Padres para él, pero le obsesionaba el ir día a día recobrando pequeños trozos de recuerdo que le dieran alguna pista para, como el ovillo que tirando del hilo consigue llegar al inicio,poder recobrar su identidad.

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