lunes, 5 de febrero de 2007

LAS TORMENTAS

Joder, que calor hacía aquélla mañana! El sol abrasaba, cosa impropia ( o al menos eso creia yo) de los Agostos de Catí, en casa se estaba bien, por contraste, al ser los muros de un grosor considerable cuando entrabas, la sensación de frescor era del todo placentera.

Mientras comiamos patatas asadas con ajoaceite comenzó a llover, "esta tarde podriamos ir a por caracoles" comentó mi hermano mayor; al punto se oyó una voz que llamaba desde la entrada !!!Primo!!!, era mi primo Andrés y para él siendo primos todos mis hermanos el "primo" era yo.

!!!Sube, Andrés!!!

Las casas de la mayoria de los pueblos del interior suelen tener una entrada espaciosa, a la que se accedía por una doble puerta; mitad abajo y, acoplada, mitad arriba, que permanecía permanentemente abierta...unas escaleras daban acceso a la primera planta donde solía estar el comedor, la cocina y el office (despensa) y en el segundo piso estaban las habitaciones.

!Que aproveche! dijo mi primo al tiempo que me enseñaba una enorme bolsa para coger caracoles.
¿Vamos?, dijo.

Al rato paró de llover y timidamente un rayo de Sol iluminó la sombria tarde.

Allá que nos fuimos Andrés y yo hacia un bosque de encinas próximo al pueblo donde en los ribazos , junto a las paredes de piedra en seco habían vaquetas ( el caracol más preciado).Antes de llegar al bosque el Cielo comenzó a amenazar y de fondo se oía el murmullo de lejanos truenos que auguraban lo peor.Al llegar al bosque !!!!!!!SSSSSSSSSSKRATACLACCCCCCCCCCCCCCC!!!! un rayo había caido a escasos 200 metros de nosotros al tiempo que la lluvia torrencial comenzó a diluviar.
Nos refugiamos en una caseta de piedra, muy comunes en la zona para que los pastores se resguardaran del mal tiempo con su ganado, y allí permanecimos con la idea de que pasara la tormenta, pero las intenciones del Dios Tor no eran esas.

La cosa se ponía muy fea y !!!!!!!!!!!!!!SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSKRATACLACCCCCCCCCCCC CCCCC!!!!!!!!!!!!! otro rayo que había caido más cerca que el anterior.
Mientras mi primo estaba tan campante jugando con su pilila, yo estaba "cagadito de miedo" y !!!!!!!!!!!SSSSSSSSSSSSSKRATACLACCCCCCCCCCCCCCCCCCC CC!!!!!!!!!!!!!!!!!! otro rayo.
Mi primo impávido ante los estruendos y el peligro estaba "dale que te pego" para no perder el tiempo" me dijo.
Una guisa de catatonia se apoderó de mí, comencé a pedir a todos los Santos de la Corte Celestial que se alejara la tormenta, incluso hice una promesa, que luego no cumplí, en la que me comprometía a hacerme cura si salía de aquéllo con vida.

!!!!!!!!!!!!!SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSCATAKRACCCCCCCCCCCC CCCCCCCCCCCCCCC!!! !Este casi nos ha dado!, comentó mi primo.
Era mi primera gran tormenta y encima en medio de un bosque.La hora que pasé hasta que finalizó el "festival" me llevó a pensar y percibir lo que debía ser realmente el miedo.

La tormenta aparcó su aparato eléctrico pero la lluvia seguia cayendo, momento que aproveché para, sólo, ( mi primo no quería renunciar al botín que suponían las "vaquetas") irme hacia casa...llegué completamente empapado y aterido de frio y de miedo.

Pasado un buen rato, llegó mi primo con la bolsa llena hasta los bordes de vaquetas...nos dejó tres buenos puñados y se fué a su casa con el "botin".
A la hora, mas o menos, comenzó otra vez el lejano rumor acústico y al instante !!!!!!!!!!!!!SSSSSSSSSSSKATACRACCCCCCCCCCCCCCCCCCC!!!!!!

Que tranquilidad, estamos todos en casa! , dijo mi Madre, y como siempre que había tormenta comenzó el ritual familiar; nos sentámos alrededor de la mesa y de forma monódica y repetitiva mi Madre rezaba !Santa Barbara Bendita que en el Cielo estás escrita con papel de agua bendita! a lo que respondiamos todos !Libranos de los Rayos

!!!!!!!!!!!!!!!!!SSSSSSSSSSSSSSSKATACRACCCCCCCCCCCCCCCCCC !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
!!!!!!!!!!!!!!!MARRA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Exclamó mi Padre!
"¿Ignacito está apuntado a San Juan de Penyagolosa?
"Creo que no, respondió mi Padre.
(En esta zona existe la creencia que quien está apuntado a San Juan de Penyagolosa está exento de que le pueda caer un rayo).
A mí ya no me quedaba miedo, el próximo rayo, necesariamente , era para mí...
Yo tenía 9 años.

No hay comentarios: