jueves, 1 de febrero de 2007

HISTORIAS DE MI PUTA MILI. Capitulo V

AÑO PERDIDO O AÑO GANADO?

El ser humano es un animal racional que suele habituarse rápidamente a lo bueno, al ser yo uno de ellos a la semana ya me había acomodado a mi nueva e inesperada situación; la mili, "mi mili" se había convertido en un auténtico chollo; pasé de ocupar ocho horas al día para preparar el famoso temario de las Oposiciones al Cuerpo de Contadores del Estado a tener ocupadas de 3 a 4 horas al día y el resto libre.

Como había asumido que iba a perder un año me dije…."de perdidos al río" y sin saberlo me tomé un año sabático.

Dedicaba mi tiempo libre, que era mucho, a leer a Camùs, Sartre, Nietszche ( en esa época me atraía mucho el existencialismo), a jugar timbitas de parchís, a escribir, a esperar a mi novia a la salida del Colegio y acompañarla a casa y por la tarde aprovechar la salida del Colegio para irnos a tomar algo,a ver algún entrenamiento del Castellón y a preparar un programa piloto de radio a ver si me lo admitían en una cadena local.

El programa de radio se llamaba "En Directo" y constaba de varias secciones; "La entrevista" "15 minutos con…" "Línea abierta" "Novedades musicales" y "El tema del día". En aquélla época los programas, tanto de radio como de la TVE solían emitirlos "enlatados" por lo que el ser un programa en directo tenía su atractivo.

Una vez "grabada" la maqueta, me dirigí a presentársela al Director de una emisora local de Radio, al que conocía, y me dijo que por el encantado, los Viernes de 10’30 a 12 de la noche al no tener programa que cubriera esa franja, el técnico se dedicaba a poner LPs; por supuesto, tampoco era mi intención, no cobraría nada a no ser que consiguiera un patrocinador.
Te va bien comenzar este Viernes? ( era Miércoles) le propuse emitir el "Programa piloto", aceptó y a la mañana siguiente ya ponían una cuña anunciando el programa.

Como en aquélla época la radio se escuchaba mucho más que ahora y el programa iba dirigido a la gente joven y sobre todo a los estudiantes, la audiencia era considerable, mi novia y algunos amigos ya se habían encargado de promocionarlo.

La primera emisión tuvo tal éxito ( hablando, por supuesto, en términos relativos) que el mismo Sábado me llamó el propietario de la más famosa Discoteca de Castellón para ver si llegábamos a un acuerdo para que patrocinara el Programa. Esa misma tarde nos reunimos y cerramos verbalmente el acuerdo, el me pagaría mil pelas por programa ( un fortunón para aquélla época) yo le prepararía las cuñas y una vez grabadas…al ataque.

Lo comenté con el Director de la Emisora y me dijo que el lunes de 11 a 12 de la noche podía grabar la cuñas en la Emisora; me puse manos a la obra para escribir los guiones y seleccionar la música y el Lunes ya estaban las cuñas grabadas.

Al día siguiente, después de haber pasado visita con D. Ramón en el Hospital y una vez él se había ido apareció un militar (luego supe que era el Teniente del Cuerpo de Guardia ) yo le dije "Buenos días... qué desea?".
¡Levántese y cuádrese!
Aazorado hice lo que me dijo; me observó detenidamente me dió un ligero estirón de pelo y espetó " Mañana a las 12 se presenta en el Cuartel, por supuesto uniformado y con ese pelo fuera…luego ya pensaré que hacemos con usted".
La convulsión fue tal que esa tarde no salí de casa.

A la mañana siguiente llegué al Hospital perfectamente uniformado y con el pelo rapado; al llegar D. Ramón me dijo "!Pero a donde va usted así, hombre de Dios!" le expliqué lo sucedido y me hizo pasar a su despacho. Cogió el teléfono y dijo "Buenos días soy el Capitán Médico, me podría poner con el Teniente de Guardia de ayer" esperó tranquilamente mientras yo ya me temía la que se me avecinaba.
"…Sí!…Soy el Capitán Médico; es usted quien estuvo ayer en el Hospital General y reprendió a uno de mis sanitarios?….Mire, Teniente, no voy a utilizar mi superior rango, sólo mi condición de responsable de esta Unidad; no espere al soldado esta mañana y si es tan amable permita que en mi Unidad sea yo quien imponga las normas y por supuesto abstengase de volver por aquí, a no ser que caiga enfermo"
"Buenos días!".

Ignacio, hoy haremos una excepción, quítese la guerrera, pongase la bata y vamos a pasar visita.

Sí, D.Ramón , le respondí al tiempo que las piernas me temblaban.

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