EL NIÑO QUE VINO DEL FRIO
Capitulo II Chernobil
La noche del 26 de Abril de 1986 nadie de la Zona podía imaginar ni en sus peores sueños que a la 1'23 horas se produciría la explosión que cambiaría o acabaría con la vida de los pobladores y de sus descendientes.
Fué el Reactor nº 4 de la Central Nuclear de Chernobil; se previó realizar una prueba cuando el Reactor no tenía las mínimas condiciones de seguridad para soportarla pero la confianza absoluta del personal y la desidia del Gobierno propiciaron el origen de una, sino la mayor, tragedia mundial con repercusiones incalculables.
Aquéllo fué un auténtico horror en el que no quiero hacer hincapié.
Las consecuencias fueron de auténtica catástrofe, Prypat, la población más cercana y afectada era un auténtico Infierno; esa noche murió mucha gente y a otra, sin saberlo,le quedaban apenas unos días de vida.
El caos y la desinformación agravaron más la situación.
Pasados unos meses el Gobierno de la URSS minimizó el problema ante la opinión pública mundial pero fueron menester otros tantos para comenzar a mesurar el alcance del mismo.
!Todo estaba contaminado!
La radiactividad expulsada del Reactor había envenenado hasta las fértiles tierras de Ucrania y sus, hasta entonces, transparentes rios; la hierba que comieron las vacas produjo la leche que bebieron sus habitantes con lo que el veneno quedó atrapado es sus vísceras y su vida y la de sus descendientes adquirió un peligro irreversible.
Los cánceres de Tiroides, las Leucemias y las enfermedades cardiovasculares se habían apoderado de la Zona.
El indice de mortandad se había disparado en progresión geométrica.
Aquéllos polvos trajeron estos lodos y colateralmente se produjo una catástrofe sanitaria aun mayor; las depresiones, ansiedad y demás trastornos neuróticos hicieron que el estilo de vida de sus habitantes derivara en hombres que se refugiaban, aún más, en el alcohol y en la promiscuidad lo que hizo que los niños que vinieron al mundo pasados unos años de la tragedia fueran portadores de un gen que les auguraba una vida corta o plena de posibles enfermedades.
La mayoria de familias se desestructuraron o bién porque el marido o la mujer o los dos murieron o bién porque, normalmente el marido, se abandonaba a la familia, lo que llevó a que los Orfanatos se vieran saturados dada la cantidad de niños sin hogar.
La apreciada "tierra negra" se había convertido en puro veneno; nada se podía comer de lo que salía de ella.
El hambre y la falta de recursos hizo que sobrevivir en aquéllas circunstancias se convirtiera en el máximo objetivo de los habitantes de la maldita Zona.
Los años transcurrieron pero las secuelas durarian muchas generaciones, los niños que nacieron diez años después aún eran portadores de las dos lacras, la sanitaria y la social.
Lo paradójico es que pasado el tiempo los habitantes vivían ajenos a la tragedia, el mecanismo de negación se apoderó de ellos como una forma de alejar los fantasmas que les sobrevolaban.
Uno de ellos, un chaval de diez años llamado Eugeny quiso el destino que durante unos años pasara a formar parte de nuestra familia.
!Qué cambio!
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