LA PLAZA DE LAS AULAS
Capitulo VI. MARIETA
Como todo, el tiempo iba transcurriendo y Marieta ya había cumplido los 18 años, estudiaba "Corte y confección" en un taller con el fin de poder ayudar a su Madre en los quehaceres de modista y prepararse para, cuando llegara el momento, casar con un buen mozo y ofrecerle algo más que dedicarse a las labores propias del hogar.
Pretendientes no le faltaban a Marieta; Albertito y Pablo ( que por su condición social no tenía posibilidades) eran los "oficiales" pero a los encantos de Marieta había sucumbido una largisima lista de pretendientes anónimos.
Pablo a sus 19 años había conseguido tener algunas conversaciones con Marieta; por supuesto en horas y sitios discretos para que no pudieran ser vistos, donde Pablo le comentaba a Marieta sus proyectos de futuro; como era evidente Pablo apenas sabía leer y escribir pero dada su inteligencia poseía una madurez y educación impropias de un guineo, por otra parte tenía una habilidad enorme para las manualidades; "si pudiera colocarme de aprendiz al menos aprenderia un oficio".
Como más vale llegar a tiempo que rondar un año aquélla tarde se produjo el milagro; D.Alberto llamó a D.Senén a su despacho para pedirle que le ayudara a encontrar a un buen aprendiz para la Carpinteria de un amigo "Sobre todo que sea de confianza".
D. Alberto lo comentó durante la cena y Marieta le propuso a Pablo..."el guineo?", comentó su Padre, "sí, el guineo".
A la mañana siguiente D. Senén le dijo a D.Alberto que tenía a un candidato, una vez le explicó de quien se trataba, D. Alberto gritó "!Pero cómo se le ocurre proponer a un guineo!"
"Es un buen chico, conocido de Marieta, creo que puede ser el aprendiz que busca".
D. Alberto y su mujer ya tenían hablada la petición de la mano de Marieta para su Albertito y para allanar el terreno pensó que sería una buena ocasión para consumar sus propósitos.
"A ver, D.Senén, si le parece venga a merendar esta tarde con su señora y Marieta y , a parte de otras cosas valoraremos lo de el guineo".
A las seis estaban los tres en casa de D. Alberto.
La relación entre las familias era buena, aunque su estrato social fuera distinto tanto D.Senén como Dª Aurora y Marieta tenían un porte y una clase que o se tiene o no se tiene, aspecto que les hacía ser muy bien considerados por las clases pudientes de la ciudad.
Las criadas sirvieron unos cafés con leche y unas pastas (lo que no sospechaba la familia de D. Senén es que el motivo de la merienda nada tenía que ver con lo del aprendiz, lo del guineo sólo era un "cebo" para conseguir sus propósitos; nada ilícitos por otra parte ya que Albertito era un buen chaval, eso sí con pocas luces pero un buen chaval y a Marieta no le disgustaba su compañia).
Bueno, comenzó D.Alberto, dígale al guineo que mañana se pase por la carpinteria y hablará con mi amigo, no les aseguro nada pero al menos le damos la oportunidad. Marieta gozó de alegria, había conseguido un trabajo para Pablo.
Y ustedes que planes tienen para su hija, Dª Aurora?
Marieta es una chica trabajadora y muy buena persona, esperamos que pueda encontrar un novio adecuado y formalizar su relación.
En esa época los jóvenes tenían asumido que la "elección" de pareja era patrimonio de los padres y dado que a Marieta no le disgustaba Albertito la estrategia de D. Alberto discurria por buen camino.
De eso queria hablarles, dijo D. Alberto, yo pienso que Albertito y Marieta harían una magnífica pareja.
Albertito se sonrojó como un tomate y a Marieta no le disgustó la idea.
Si les parece el Domingo iremos a su casa a pedir la mano de Marieta.
De regreso a casa D.Senén y Dª Aurora estaban entusiasmados "Albertito es muy buen partido para Marieta, no te parece Senén?"
"Por supuesto que sí, Aurora"
Marieta asistía a la conversación como convidada de piedra, satisfecha pero sin vela.
Al llegar a casa D. Senén envió al hijo menor a que avisara al guineo para que a las 8 del día siguiente estuviera en la Carpinteria.
La familia de Marieta era bien recibida en el barrio de la Guinea, allí sabian que aunque tuvieran una buena posición social no iban de señoritos y además Marieta era conocida en el barrio por ser amiga de Pablo el chatarrero.
Ese Sábado Pablo, el guineo, había conseguido un trabajo digno, mal pagado pero digno y ése Domingo , la relación entre Albertito y Marieta se había formalizado.
El Martes siguiente apareció la noticia del compromiso en las Notas de Sociedad del periódico local.
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