LA PLAZA DE LAS AULAS
Capitulo XIX EL SINDROME DEL CUIDADOR
Alberto se había incorporado a filas lo que hacía que Marieta tuviera todo el tiempo del mundo para cuidar a su Padre y para que su situación actual hiciera que un pesar permanente se apoderara de ella.
Su pobre padre al disponer de Marieta las 24 horas del día se había vuelto egoista y no paraba de solicitar los cuidados de su hija ,"Ieta" era la única palabra que articulaba el resto eran sonidos que sólo su hija había aprendido a descifrar, a fuerza de escucharlos tantas veces; "Titutitu" significaba "dame agua"; "EEEEEhhhh", "cuidado"; "abau", "quiero hacer pis"; "Ai", "levantame" o "sientame en el Sillón" y así hasta unas treinta voces que hacian que D.Senén y Marieta practicaran un nuevo idioma.
En Marieta se mezclaba el intenso Amor, cariño y ternura que sentía por su Padre con la cruda realidad que le absorbía casi las veinticuatro horas del día y le impedía poder dedicar algun rato a ella, aunque sólo fuera una hora para no hacer ni pensar en nada.
"!Ieta, titutitu"
"!Va papá!"
"!Ieta, titutitu!"
"!Que ya va, papá!"
"Ieta, titutitu"
"Ay, Dios mío, dame fuerzas".
"Toma papá...despacito.... así"
"!Ieta,abau!"
"!Ieta, abau"
A ver, papá ( le puso la cuña y orinó no más de seis gotas) ya está!
Ese Sábado Pablo y Tica habían dicho que irian a visitar a Marieta para comentar cómo les iba la vida de casados, como eran tres y había mucho de que hablar ésa tarde no habría partida de Parchís.
Sobre las seis llamaron a la puerta, eran ellos...
!Ieta, ai!
!Ieta, ai!
!Ieta, Ai! ( D. Senén intuía que era Pablo y solicitaba que le sentaran al Sillón orejero del comendor), sin tiempo de saludarse se dirigieron al dormitorio y entre los tres le levantaron de la cama y dado que el pobre se había quedado en los huesos y apenas pesaba, le aposentaron en el Sillón.
La conversación era interrumpida sistemáticamente por D.Senén
!"Ieta, titutitu"!
!"Voy papá! "
"! EEEhhh!"
"!Tranquilo papá!"
-Que está peor tu Padre? preguntó Tica
Igual, que ya es bastante.
Con resignación y paciencia....con mucha resignación y paciencia.
Algunas noches la Tía de Marieta acudía a ayudarla a darle la cena y acostarle, Marieta había instalado una "cama turca" en su habitación para poder estar más pendiente de él.
Una vez acostado Marieta y su tía salieron al comedor a charlar un rato, fué imposible, Marieta se había quedado dormida fulminantemente.
!Ieta, titutitu!
!Ieta, titutitu!
Mi pobre Padre va a acabar con mi paciencia; le dijo a su Tía
"!Va papá!"
"Con cuidado..."
D. Senén movió el brazo y echó el vaso con el agua por el suelo.
"!EEEhhh!""!EEEhhh!"
...Marieta en un impulso de ira levantó la mano derecha con ademán de darle un tortazo a su Padre; al darse cuenta de lo que iba a hacer se abalanzó sobre él y entre sollozos le decía...
!Cuanto te quiero, Papá! !Cuanto te quiero!
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