lunes, 5 de marzo de 2007

LA PLAZA DE LAS AULAS

Capitulo VII ANNUS HORRIBILIS

La felicidad y la armonia había sustituido al dolor en la familia de D.Senén; ya habían fijado la fecha de la boda; en dos años, cuando Albertito, que a partir de ahora ya es Alberto, hubiera finalizado sus deberes con la Patria.

El ser novios implicaba que Alberto y Marieta podían salir a pasear y si tenían carabina ( acompañante de confianza y de mayor edad), ir al cine y algún Sábado por la tarde incluso a bailar a "La Pergola", la tía de Marieta (hermana de su Madre) se había ofrecido gustosamente para acompañarles permanentemente.

Alberto había congeniado mucho con Pablo, el guineo, y se había ofrecido para alfabetizarlo y aportarle conocimientos de Cultura General y Urbanidad; Pablo había formalizado relaciones con Tica, un chica del Barrio del Raval ( Barrio que se caracterizaba porque la gente que lo habitaba solía ser propietaria de pequeños huertos de naranjos de los que se ocupaban ellos personalmente; ellos labraban, podaban, pulverizaban, recogian el fruto, lo llevaban a la Cooperativa...Los que más huertos habían heredado tenían "entrada de carro" frase que marcaba el nivel económico de las familias del Raval y que posibilitaba que el carro con el que se trasladaban al huerto lo pudieran dejar en la entrada, los Padres de Tica tenían "entrada de carro".

Como la felicidad no puede ser completa, en Marzo, Dª Aurora sufrió un "ataque al corazón" y cayó fulminada en la cocina; cuando Marieta llegó a casa se encontró con el cuadro.

Dª Aurora había muerto.

El sino de Marieta se estaba perfilando, la pobre, cuando todo indicaba que había nacido con estrella poco a poco parecía que su estrella se estuviera estrellando.

Ahora se tenía que ocupar también de su Padre.

El encanto de Marieta se vió ensombrecido por el luto que llevaba en sus vestidos (negros) y en su Alma.

A D. Senén, aún joven, se le habían acabado las ganas por vivir, profundamente enamorado de Dª Aurora, su falta constituía un vacio que nadie ni nada podían llenar, parecía un alma en pena.

Ese verano fué duro para todos; el calor, las ausencias, la soledad... todo sumado hizo que pareciera interminable.Por fin llegaron las Tormentas de Septiembre y paradójicamente el ánimo de D.Senén se vino un poco arriba;Castellón recuperó su pulso normal, la Escuela comenzó para los niños, el trabajo para los pocos que habían podido disfrutar de vacaciones y la rutina (compañera preferida de D.Senén) se instaló en la ciudad.

Un Domingo de Octubre, después de la comida , D. Senén se sintió indispuesto, se echó un rato en la cama y al poco su cuerpo estaba medio paralizado y su voz, muda; avisaron a D. Pío que inmediatamente se personó en el domicilio, le hizo la revisión pertinente y dirigiéndose a Marieta; sus tres hermanos también estaban, le dijo..."Mmm...me temo que D.Senén ha sufrido un infarto cerebral...habrá que ingresarlo inmediatamente y esperaremos la evolución, si repitiera en 48 horas, el asunto se podría complicar bastante, sino, probablemente quedará privado de por vida".

Mientras los hermanos lloraban desconsoladamente, Marieta, destrozada por el dolor se mantenía serena.

Esa noche, D. Senén ya la pasó en el Hospital.

!Cómo había cambiado la vida en apenas medio año!

Pasadas tres semanas el estado de salud de D. Senén era estable, apenas reconocía a la familia, no podía articular palabra y se había quedado inmóvil de la parte derecha de su cuerpo; D.Alberto, en un gesto que le honra, le dijo a Marieta que el sueldo de D.Senén, aunque ya no volviera a trabajar, se lo enviaría cada mes.

Una vez "instalados" en casa, D. Senén comenzó a experimentar una leve mejoría, poco a poco fué recuperando la memoria; poco a poco comenzó a balbucir algunas palabras, incluso le podían sentar en un Sillón orejero durante unas horas al día....pero había que estar permanentemente ocupados en él y Marieta tenía todos los números del sorteo.

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